Hoy en día, para muchos la apariencia es muy importante. Vemos hermosas modelos en grandes anuncios en la calle y en las revistas, y mujeres perfectas en la televisión. Muchas de nuestras amigas pasan haciendo dieta para estar más flacas y nunca sabemos cuándo esto se puede convertir en una peligrosa enfermedad.
Conocidas como Ana y Mia, la anorexia y la bulimia son trastornos muy comunes entre las más jóvenes. Es por eso que no es raro que sospeches que una amiga, compañera de colegio o conocida, pueda tener esta enfermedad. No es fácil ayudarlas, pero se puede y para hacerlo, debes conocer las características principales de ambas, saber detectarlas y buscar soluciones adecuadas.
La anorexia es un trastorno de la alimentación que provoca una intensa baja de peso debido a la poca o nula ingesta de alimentos. Los síntomas son amenorrea (desaparición de la regla) y dolor abdominal, entre otros. Por otro lado, la bulimia es todo lo contrario. La persona come en exceso, en los conocidos atracones, y luego vomita o toma laxantes. En este caso, los síntomas son muy pocos y son consecuencia de los vómitos recurrentes. No obstante, en ambos casos las enfermas tienen un gran miedo a subir de peso y graves cuadros de depresión. Sin embargo, estas enfermedades suelen aparecer acompañadas la una de la otra. Una misma persona suele registrar episodios tanto anoréxicos (negación a la comida), como bulímicos (ingesta de grandes cantidades de forma descontrolada), lo que da lugar a una enfermedad llamada bulimarexia.
Si has notado que una de tus amigas comenzó a bajar de peso, a aislarse, ha tenido cambios de humor, está muy cansada, deprimida y no quiere comer en público, debes poner más atención. Huyen de las comidas familiares, van al baño inmediatamente después de comer, no hay relación entre su imagen y su realidad, además que mienten compulsivamente. Todo acompañado de los múltiples cambios en su aspecto físico.
Tu ayuda puede ser fundamental para detectar la enfermedad. Si bien es indispensable que reciban ayuda profesional y tengan un apoyo familiar consistente, tu preocupación es muy importante y puede cambiar muchas cosas.
Según la campaña española “Tú eres más que una imagen” , hay ciertas cosas que debes hacer:
- - No te frustres si tu amiga no reconoce tener un problema y rechaza la ayuda profesional. Trata de hablar con alguien de su entorno más cercano y da la voz de alarma.
- - Trata de obtener información sobre este tipo de trastornos. Cuantos más datos tengas, menos indefensa te verás y más podrás ayudarla.
- - Evita hacerle comentarios sobre su aspecto físico. Así, su comportamiento de pérdida de peso se verá reforzado y aumentarás su preocupación por el físico.
- - No hables con ella de dietas, calorías o de personas que hayan engordado o adelgazado.
- - Interésate por otras áreas de su vida, distintas a la de la alimentación y su imagen, como los estudios, el trabajo, la familia, el pololo, entre otros.
- - Recuérdale lo importante que ella es para ti y lo orgullosa que estás de que sea tu amiga. Ayudarás a su autoestima.
- - Trata de alabar todas las áreas de su persona ajenas al peso y la imagen. Hazle entender que una persona no es solo un peso o una talla, es un conjunto de atributos y debilidades.
- - Si comes con ella, no prestes atención sobre lo que come o cómo come. Trata de sacar temas entretenidos de conversación. No le recomiendes lo que debería o no comer, son los especialistas los que deben tomar esas decisiones.
- - Aunque no quiera relacionarse, intenta integrarla en tus grupos de amigos y llámala por teléfono para no favorecer su aislamiento.
- - El tratamiento es largo en el tiempo y la recuperación no es lineal, no esperes resultados a corto plazo.