Esta es una de las discusiones medulares que se han dado el último a raíz del destape social impulsado por las movilizaciones estudiantiles, que tiene relación con la calidad de la educación y remite a la pregunta ¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? Así como difícil es la respuesta a esa pregunta clásica, es igualmente difícil responderla de buenas a primeras, por diversas razones.
Partiré por negar ambas ideas. En primer lugar, lo de malos estudiantes es bastante relativo como se ha demostrado últimamente, ya que tratar de estandarizar y normalizar las distintas aptitudes de las personas a un solo modelo ha resultado ser nefasto. Incluso más, hace muy poco, el psiquiatra creador del “Trastorno por déficit de atención con hiperactividad” o TDAH, señaló que es un trastorno ficticio.
Eso último echa por tierra la gran mayoría de los planes y programas que separaban y categorizaban a los jóvenes como “malos estudiantes”, ya que no se trata de ser bueno o malo, sino de tener distintas aptitudes, habilidades y capacidades para distintas funciones. Sin duda, no todos serán buenos para matemáticas pero tampoco todos serán buenos para pintar, salvo contadas excepciones.
Por otro lado, respecto a los profesores malos, es cierto que hay factores que van contra la excelencia, como la calidad de la formación, los incentivos para perfeccionarse y las condiciones laborales en que muchos de ellos y ellas trabajan. Los profesores han sido golpeados por algunos sectores de la política que no consideran los grandes esfuerzos por hacer milagros con los pocos recursos con que cuentan y el bajo salario que perciben. Así como efectivamente hay muchos que son bien dejados para esforzarse y dar lo mejor de sí.
Entonces, volviendo a la pregunta inicial, pareciera que la respuesta no es tan simple como apuntar con el dedo a uno u otro, sino a plantear soluciones integrales, que mejoren el problema de raíz, con incentivos para la formación de profesores y, a la vez, con más motivaciones para potenciar las habilidades naturales de aquellos considerados “malos estudiantes”.
¿Qué se te ocurre para ayudar a mejorar la educación?