Aceptemos la realidad: todos hemos aprendido más de sexualidad conversando con amigos/as que en el colegio. De hecho, los últimos estudios indican que la mayor fuente de información de jóvenes y adolescentes es el porno.
Una triste realidad si consideramos que la industria pornográfica (revistas, videos, películas, cortos) nos muestra relaciones poco empáticas, donde el placer individual es el principal objetivo, completamente falocéntricas y machistas.
Cabe preguntarse, ¿debe la educación sexual recaer exclusivamente en los colegios o debe existir también la autoeducación? En mi opinión, la educación sexual que nos entregan los colegios y liceos es deficiente a partir de que muchas veces nos entregan información incompleta por cuestiones morales o “cartuchismos”, poco útil o que radica sólo en lo biológico. Poco se habla de sentimientos o valores relacionados con tener experiencias sexuales sanas y seguras.
Sin embargo, la autoexploración y educación es realmente importante para descubrir qué es lo que a nosotros/as nos gusta o queremos como individuos, tanto en términos físicos como emocionales. Porque no podemos entender el sexo y las relaciones sexuales según patrones o moldes de comportamiento. Todos somos distintos, tenemos necesidades diferentes y la verdad es que no tiene nada de malo.
Ningún profesor, película o revista te podrá dar a conocer tu propio cuerpo y emociones. Descúbrete, tócate y pasa tiempo contigo, es la mejor forma de poder disfrutar de una vida sexual sana y placentera porque si tú no sabes lo que quieres, ¿quién? Exigir una mejor educación sexual en los colegios y liceos, que deje de basarse en tabúes, mitos y de reproducir miedos e ignorancia, no es excluyente de la autoeducación y exploración. Conoce tu cuerpo, conversa con tus amigos/as, intercambia tus experiencias. Te darás cuenta que son muchos y muchas las que tienen tus mismas dudas o que han vivido situaciones similares.
(Foto: Cristy Road)