Últimamente, la medición sobre la "calidad de la educación" ha sido bastante cuestionada en nuestro país. Partiendo por la prueba Simce, a la que durante el gobierno de Piñera, le agregaron los ítems de Inglés, Educación Física y Tecnología. De hecho, hace unas cuantas semanas, la Agencia de la Calidad de la Educación ya propuso disminuir esta prueba en los colegios.
Actualmente, el Simce se aplica a más de un millón de alumnos, de seis cursos diferentes, incluido segundo básico, que fue el último que se agregó. Entonces, según dejó entrever el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, lo que se estaría buscando es disminuir la cantidad de pruebas y de cursos a los que se les toma la prueba.
"No estamos del todo de acuerdo con que la calidad sea sólo medida por el Simce. Conforme vayamos trabajando vamos a ir introduciendo modificaciones, no sólo al Simce, sino otro tipo de medición, con tal de medir de manera más integral la calidad de la educación", dijo Eyzaguirre.
Por ahora, lo que harían sería disminuir la cantidad de cursos a los que se les aplica el Simce y por consecuencia, también la cantidad de alumnos que rindan la prueba. Esto significaría que el test ya no sería a nivel nacional, sino que sólo algunos cursos lo rendirían, los que pasarían a ser "la muestra".
El jefe de educación general, Gonzalo Muñoz, señaló que: "Estamos convencidos de que es indispensable modificar el sistema nacional de evaluación, disminuyendo drásticamente la intensidad de las pruebas estandarizadas y, sobre todo, transformando a estas evaluaciones en una herramienta útil para los docentes".
¿Qué dicen los expertos? Claudia Sanhueza, investigadora del Instituto de Políticas Públicas de la U. Diego Portales, piensa que el Simce "está construido en términos de incentivo, lo que produce un impacto negativo en los profesores, porque desprofesionalizan la labor y todo lo reducen al test".
También el académico del Centro de Investigación Avanzada en Educación (Ciae) de la U. de Chile, Juan Pablo Valenzuela, dice que "no alcanzamos siquiera a procesar los resultados de un año, y de algunos grados, ni a entender lo que sucede y tomar decisiones estratégicas. Parece absurdo que volvamos en forma mecánica a evaluar una y otra vez".
Aunque hay quienes también piensan, que no sería bueno que el Simce dejara de ser una prueba a nivel nacional y sólo se aplicara a una muestra. Sebastián Izquierdo, es investigador de Acción Educar y dice que "sería una medida ideológica, ya que no todos los colegios sabrían sus resultados y de esta forma se estaría coartando la posibilidad, de que las familias elijan un colegio con mejores o peores resultados".
Fuente: La Tercera/ Foto CC vía Wikimedia