Antes de empezar la lista, aclaro que soy consciente de lo relativo del título. ¿Cómo estipular si un libro es largo o corto? Tal pregunta se responde más bien por la rapidez de lectura que posees o la costumbre que tienes de abrir libros y devorarlos completamente. Por otro lado, quién soy yo para decirte que aquella historia es ideal para leerla en vacaciones, asumiendo que no podrías terminar en dos meses el Ulisses de James Joyce o 2666 de Bolaño –ambas de varias hojas e intrincada escritura- libros que por otro lado podrían ser apenas un tomo de En Busca del Tiempo Perdido de Marcel Proust, y que contra todo pronóstico bien podrían gustarte y parecerte no tan largos tampoco.
Más aún, por qué quedarme sólo con los best sellers modernos, por qué no ampliar un poco la mente a clásicos grandiosos que no tienen por qué ser todos literatosos o pretenciosos (ojo, capaz que te sorprendas). Tengo la sincera pretensión de sacar los prejuicios que se tienen a veces de la narrativa, y de que los jóvenes no leen. Los chicos leen mucho y más que nunca, por tanto no daré juicio de lo que es un cuento corto o lo que puedes o no leer, sino más bien haré una mera opinión subjetiva de aquellos títulos que conozco y disfruté en mi adolescencia. También tendré en cuenta aquellos títulos que puedan gustar a un público juvenil, a ver si de entre los clásicos puedo hacer tu verano más educativo y divertido.
1.- La Invención de Morel
Esta novela, escrita por el argentino Adolfo Bioy Casares en 1940 es para mí una de las historias más fascinantes e imaginativas que existen, y una de las que mejor resiste el paso del tiempo. Es una de las pocas entradas de esta lista que bien podrían llevarse al cine nuevamente (existe una versión de 1974) y parecer un film de ciencia ficción moderno, tanto por lo adelantado de su historia como por su atmósfera futurista e inverosímil. Si lo que te gusta es la literatura fantástica te invito a probar esta joya que relata la historia de un fugitivo condenado a vivir en una isla donde nada es lo que parece.
2.- El Extranjero
Una carta ganadora será leerte El Extranjero de Albert Camus, también traducida como El Extraño, la gran novela existencialista del siglo XX, publicada en 1942. Es tal vez una de las obras más afines a un adolescente que no se identifica ciertamente con la realidad, y esconde dentro de si un lado perverso que no quiere asumir. Tranquilo, todos tenemos un lado negro, por más que nos cueste asumirlo, lo importante es controlarlo y no dejarnos llevar por él. Aún así, si eres más bien rebelde y lo que menos quieres este verano es empalagosas historias de amor, prueba con este protagonista, el señor Mersault, quien al comienzo de la trama comete un desafortunado crimen, del cual mostrará cero arrepentimiento, actitud que finalmente lo llevará a la perdición.
3.- El Lobo Estepario
Uno de mis autores favoritos es Herman Hesse. Creo haber leído justamente una de sus obras (Demian) un verano y haber sentido un cambio interno espiritual e intelectual. El Lobo Estepario en cambio, publicado en los años 20’, parece seguir la misma línea existencialista del libro anterior (el hombre en el centro del universo, ¿quién soy?, ¿a dónde voy?), pero desde diferente perspectiva. A diferencia de Mersault, quien dialoga y cuenta su historia en primera persona, en EL Lobo Estepario se cuenta la vida de Harry Haller a través de sus anotaciones y terceras personas. Perfecto para aquellos altruistas que quieran escapar del mundo, pues bien pueden sentirse identificados con Harry.
4.-La llamada de Cthulhu y otros cuentos
Recomendaría cualquier cuento del maestro del horror H.P. Lovecraft, pero si tengo que recomendar un libro corto sería esta recopilación de algunas de sus mejores historias. Si lo que estás buscando es asustarte de verdad, sumergiste en historias perturbadoras y con un toque siniestro de magia negra y misticismo, pues no te queda otra que conocer el universo lovecraftiano. Especialmente el personaje que titulo este libro, el mítico Cthulhu (no te preocupes si no puedes pronunciarlo, nadie en esta tierra puede), horrenda criatura ciclópea prehumana quien espera el final de los tiempos para resurgir desde el olvido y reclamar la tierra.
5.- Noches Blancas
Si lo tuyo en cambio es lo clásico, el romance, las largas caminatas en pareja a la luz de la luna, pues te recomiendo esta novela corta de Fíodor Dostoyevski, publicada en 1848 especial para esos adolescentes que aún creen en el amor y sufren con el desamor. Su título se inspira en un fenómeno natural (recurrente en Rusia) que consiste en que los atardeceres son más tardíos y las mañanas se adelantan, fenómeno que bien parece enmarcar la vida de su protagonista, joven solitario, triste y soñador quien caminando por las calles de San Petersburgo se encuentra con Nástenka, la primera mujer con la que logra hablar en su vida. Ciertamente, como sabrás al final de la historia, la vida del narrador parecía condenada al destiempo.
6.- El Principito
De seguro hay un chico pequeño mirando este post, buscando alguna recomendación más ad hoc a su edad, por lo que pongo el libro infantil por antonomasia, tal vez un mal llamado libro infantil, pues leerlo a mayor edad toma una profundidad abismante, mucho mayor que la que podíamos sospechar en la infancia. Escrita por el aviador y novelista Antoine de Saint-Exupéry, cuenta la fantástica historia supuestamente autobiográfica del mismo escritor, quien relata cómo se encuentra con ya famosísimo Principito y como este, a su vez, le relata sus peripecias especiales, cómo llegó al planeta, sus sueños y tristezas.
7.- En el camino
Si lo que buscas en cambio es algo más maduro, más propio de adolescentes cercanos a la adultez, sin lugar a dudas te recomendaría este libro de Jack Kerouac de 1957, tal vez el mejor ejemplo de amistad sobre ruedas y viajes internos exteriorizados. El narrador de la historia es Sal Paradise, alter ego del autor, quien conoce al primer hipster de la historia, Dean Moriarty. No el hipster que imaginan, claro, pues este nombre en la actualidad deriva a otros estereotipos ajenos a su primer significado. Dean más bien representa en esta historia a todo lo que más tarde se conocería como generación beat, y que influenciaría en los años 60’ a todo el movimiento hippie en Estados Unidos. Recomendado para aquellos amantes de la aventura y el autodescubrimiento.
8.- La Metamorfosis
¿Se puede hacer una lista de libros cortos sin incluir esta obra de Franz Kafka? Si aún no la has leído este verano es una buena oportunidad para no quedar como tonto frente a tus amigos cuatro ojos. Si eres de Marte, te contaré que la historia relata la vida de Gregorio Samsa, quien un día cualquiera despierta como un insecto, situación que lentamente lo alejará de su familia y realidad. Una bonita metáfora a la soledad y la incomprensión que los humanos a veces experimentan.
9.- Estrella Distante
De Roberto Bolaño te recomendaría varias, pues personalmente es un autor que disfruto mucho, pero la que más se ajusta a novela corta es tal vez Estrella Distante, publicada en 1996. Un dato interesante es que pasajes de la misma están ambientadas en la ciudad de Concepción. Su narrador, Arturo Belano (álter ego de Bolaño), también chileno, se embarca en la extraña pesquisa de un extraño y misterioso poeta, Alberto Ruiz-Tagle, quien de frecuentar talleres de literatura en el tiempo de la Unidad Popular, pasa a ser uno de los artistas estrellas de la dictadura de Augusto Pinochet.
10.- El viejo y el mar
Y termino con el clásico de Ernest Hemingway, publicado en 1952, una historia que según gente que conozco puede ser leída varias veces y siempre sacar de ella algo nuevo. Personalmente creo que esta historia aumenta en brillo a medida que crecemos y vamos entendiendo las enseñanzas que nos entrega. Aún así, aunque seas joven y no entiendas a primeras los signos escondidos tras la simple pesca y viaje en bote de Santiago, protagonista del relato, y la caza de su pez espada, te recomiendo que al menos la leas a esta edad, a ver si más adelante me comprendes. Un imperdible.
¿Conoces otros libros perfectos para el verano? Déjanos tu opinión en los comentarios.