¡Vacaciones! Ese anhelado período en la vida de cualquier estudiante donde se conjugan viajes, anécdotas y vivencias para dar rienda suelta a toda una suerte de artillería en pos de la distensión. Pero todo tiene su fecha de caducidad, y las vacaciones no son la excepción. A continuación, revisa estas siete cosas que te pueden ocurrir cuando sientes que los días de receso se escurren entre tus dedos.
1-Comienzas a ver maratones de series en forma compulsiva.
Que el fin de las vacaciones no se entrometa con el desarrollo de tu serie favorita. ¿Hay que ir a comprar al supermercado o preparar los cuadernos? ¡Eso puede esperar!
2-Decides componer un tema que evoque al verano.
Juntas a algunos amigos y decides grabar un tema. Este año, aparte de estudiar, puede que sea tu gran despegue artístico. ¡Tienes el don, tienes el talento, tienes…! Bueno, tal vez no.
3-Le cuentas a tus amigos tus anécdotas por… ¡vigésima vez!
Está bien, tuviste unas buenas vacaciones y quieres compartirlo con tus seres queridos para mantener viva la llama del recuerdo. Pero luego de varias veces, la anécdota del bañero nudista ya no tiene gracia alguna.
4-¡Fiesta, fiesta y más fiesta!
Con tantas responsabilidades esperándote a la vuelta de la esquina, no piensas perder oportunidad de salir a divertirte, aunque se trate de una fiesta temática de los Power Rangers.
5-Observas las fotos de tu celular con nostalgia.
¡La memoria de tu teléfono celular se encuentra al borde del colapso! Observas una y otra vez esas fotografías que tomaste de aquel paisaje, de aquella cascada, de aquella chica escultural parada junto al dique. Será mejor guardar el celular.
6-¡Es inevitable, tienes que empezar a prepararte!
Muy bien, es momento de comenzar a preparar las cosas que llevaras al primer día de clases. También tienes que ordenar tu cuarto, quitar el polvo del escritorio. ¡Pero primero una buena siesta para recobrar energías!
7-¡Se acabó, es el fin!
Cuando te quieres acordar, ya estás de pie frente a tu escuela. Un nuevo año comienza, nuevas oportunidades, y varios meses y exámenes por delante hasta un nuevo receso. ¡Ánimo!
Luego de un año de arduo trabajo, las vacaciones son ideales para descansar la mente y comenzar a diagramar nuevos objetivos. ¿Y a ti, te afecta su final, o sientes ansiedad por encarar los nuevos desafíos?