Legalmente, no podemos hacer varias cosas: tomar, fumar, entrar a locales nocturnos, tener relaciones sexuales, conducir un vehículo, votar, entre otras cosas. Pero la verdad, da lo mismo, porque muchos de nosotros hicimos estas cosas, incluso antes de llegar a los 16 años.
¿Han visto en la tele, por ejemplo, como carabineros o ciertos adultos pechoños se refieren a algunos adolescentes desordenados como "delincuentes juveniles"?, pues adivinen que, casi todos hemos sido un delincuente juvenil, porque al hacer alguna de las cosas que la sociedad prohíbe y condena, nos hemos convertido en personas que atentaron en cierta forma contra la Ley.
Antes de que alguien se altere, déjenme hacer la siguiente pregunta: ¿y qué?, si todos en algún momento hemos violado alguna prohibición; todos en alguna fiesta hemos probado el alcohol o le hemos “dado una pitiá” a un cigarro, ¿nos van a arrestar?, ¿vamos a ir a la cárcel?, ¿tendremos que ir a un juzgado?, ¿nos harán firmar mensualmente?, ¿nos van a mandar a un centro del Sename?
Si hay prohibiciones, es porque nuestros padres y las honorables que formulan y votan los proyectos de ley, -en teoría- no quieren que estemos expuestos a ciertas situaciones o sustancias antes de tiempo. Me imagino que la idea es que si a los 16 o 17 todavía eres inmaduro para entender o tomarle el peso a algunas cosas, con ciertas restricciones te mandarás menos cagazos.
Pero bueno, quien no haya sido un delincuente juvenil, que tire la primera piedra.
Imagen CC Claudio Riccio