¿Quien no sufrió alguna vez por esas temibles reuniones de apoderados, en donde le revelarían a tus padres las notas que les habías escondido durante meses, o aquellas anotaciones excesivas en tu hoja de vida por tu dudoso comportamiento? Demás que a los mateos y a los que con suerte hablaban cuando sonaba el timbre del recreo. nunca les importó, pero por lo menos a mí, me angustiaban mucho.
Las notas nunca fueron algo terrible, porque igual me iba a bien, y de no ser así, mi mamá nunca me exigió excelencia ni nada por el estilo. Es más, si me iba mal, al final terminaba consolándome ella. Lo que si me causaba bastantes problemas era el libro de clases y las anotaciones. Siempre fui una de las desordenadas del curso, y más de alguna sorpresita se llevaban cuando mi profesor jefe mostraba mi hoja de vida.
Recuerdo que una vez mi mamá llegó furiosa de la reunión de apoderados porque, "había pasado tantas vergüenzas"; la profe le dijo que se quedara al finalizar, para hablar con ella en privado, y "no sabía como responder a todas las anotaciones que había logrado tener durante todo el semestre". Recuerdo que habían unas súper estúpidas como: le tiró una manzana a su compañera de banco" (%AC%AC), pero igual mi profe jefe le puso todo el color del mundo y me retaron mucho xD.
Mi mamá siempre decía que las reuniones de curso eran una lata; que se sentía perdiendo el tiempo y mi profe jefe siempre la alargaba hasta más no poder. La parte más terrible era la de "orientación", en donde siempre debían llenar unas encuestas que hacían preguntas como "cuánto conoces a tu hijo" o "crees que la relación que tienes con tu hijo es de plena confianza", lo que realmente era muy tedioso.
Lo más latero de todo era cuando tocaba una reunión de apoderados justo un día antes a un carrete imperdible; de esos que venían planeando desde hace siglos y que, para más remate, tú estabas organizando. No faltaba la mamá o el papá mala onda que te castigaba por notas o anotaciones y te quedabas tirado en tu casa, ultra funado, mientras todos disfrutaban del medio evento.
Se supone que las reuniones de apoderados son el vínculo entre tus profesores y papás, ya que ambos, son el complemento perfecto para entregarte una educación de calidad: equilibrada y con frutos, sin embargo, todos sabemos que mucho de esto no tenían. Al final terminaba lateado tu papá y se vengaba castigándote a ti y echándote a perder todo el fin de semana xD
Y tú, ¿le temes a las reuniones de apoderados? ¿qué opinas de ellas? ¿has tenido alguna anécdota digna de contar? Te invitamos a dejarnos tu experiencia.
¿Le temes a las reuniones de apoderados?
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Secundarios