Suele pasar que los cambios generacionales en el tiempo nos provocan algunos problemas con nuestros padres, sobre todo en la adolescencia. Queremos conocer el mundo, mientras los viejos miran horrorizados como todo ha cambiado en tan poco tiempo.
A continuación, 10 motivos por los que nuestros viejos suelen luchar porque cambiemos esas "malas influencias":
1. Carretean mucho
Sexo, drogas y rock and roll son siempre sinónimo de terror para tus progenitores, y es eso lo que asocian al carrete, aunque muchas veces este consista en tocar hits fogateros en la guitarra con amigos y amigas. Pero no: papi y mami siempre pensarán que perreas furiosamente al ritmo de Tito el Bambino.
2. Fuman
Desde que la ley antitabaco comenzó a operar para pubs y discos, el cigarro ha entrado en un irreversible proceso de desprestigio social. Es por esto que no debes extrañarte que tus amigos fumetas (ni hablar de los adoradores de la ganjah) gocen de popularidad entre tu familia.
3. Tocan en una banda de rock
La sola posibilidad que su retoño termine a lo Jim Morrison desnudándose en un escenario, o que la niña de sus ojos termine en la prensa amarilla con escenas dignas de una sucesora de Amy Winehouse, hará que las juntas "rockeras" sean odiadas profusamente. Paranoia mode on.
4. Se sacan malas notas
No sabemos si sea esto una cuestión particularmente propia de la cultura chilena, pero por alguna razón nuestros papás y mamás suelen mirar mal a nuestros amigos que no tienen buenas notas, como si eso los hiciese malas personas. "No es síntoma de buena salud estar acostumbrado a una sociedad enferma", dicen por ahí.
5. Van a marchas
Puede que quienes te trajeron al mundo compartan tus ideales, quieran también educación gratuita, más igualdad, mejor salud y la inmortalidad del cangrejo, pero probablemente les asuste que termines radicalizando tus posturas y te sumes a las guerrillas de capuchas lanza piedras. Tus amigos discípulos de Bakunin no serán sus predilectos.
6. Se peinan raro
Charly García hablaba de "raros peinados nuevos" como una virtud: tus padres no suelen tener la apertura, ni les gustan los tipos como Charly. Cualquier amigo o amiga con un teñido exótico o un corte de pelo demasiado creativo les activará las alarmas parentales.
7. Son parte de tribus urbanas
Decenas de pseudo reportajes amarillistas aparecerán en la TV mostrando a la tribu urbana de la que son parte tus amigos, con exageraciones de todo tipo y con el clásico atraque adolescente como guinda del pastel. Ver a tus amigos con el disfraz respectivo, los hará sudar frío como una mañana de invierno.
8. Usan piercings
Un arito a estas alturas ya no escandaliza a nadie, ni aunque este en lugares lejanos a lóbulo de tu oreja. Camila Vallejo puso su granito de arena para legitimar el piercing, sin dudas. Pero un par de expansiones de tus más cercanos amigos y amigas ya hará temer a tu familia que algún día tu cara desaparezca tras todo tipo de artículos perforantes.
9. No va al colegio
Otro de los prejuicios bizarros de nuestra sociedad. Esto en otros países no es tema: acá, tu papá pensará que tu amigo que no quiere terminar el colegio es poco menos que una desviación de la naturaleza.
10. Los tutean
Tratarse de "usted" es una costumbre que va en franca retirada, pero para tus padres estos niveles de confianza intergeneracionales les parecen too much. Evita querer cambiar el mundo de los más veteranos y manten la buena onda entre tus amigos y tus viejos, a menos que ellos mismos den "la pasada".
Suele pasar que los cambios generacionales en el tiempo nos provocan algunos problemas con nuestros padres, sobre todo en la adolescencia. Queremos conocer el mundo, mientras los viejos miran horrorizados como todo ha cambiado en tan poco tiempo.
Imagen CC Emanuele Faja