Tal vez sea bueno aceptar que, en realidad, el comenzar un pololeo sincero, simple, sin pretensiones, aceptando tal cual al otro –con todos sus pros y contras- puede llegar a ser una experiencia mucho más rica y divertida que aspirar a vivir en ese mundo de caramelo de Disney que admiramos. Nada más extraño y difícil que entender las locuras del otro, lo sé, pero aquello, más que un problema, puede ser visto también como un desafío, un camino para entender y querer (sinceramente) a quien (dices) amar.
Un buen noviazgo depende (qué duda cabe) de una buena comunicación ¿no? Aquellos que logran reconocer en el otro los puntos que los unen, y a la vez, logran acoplar aquello que los separa, podrán divertirse más. Son esas parejas que (de lejos) pueden parecer frías, ariscas, hasta peleadoras, etc. no importa, en la medida que logran un equilibrio de fuerzas, aquello no trasciende. Nada peor que aquellas (por otro lado) que se hacen los cool, dando la impresión de tenerlo todo y en realidad son un desastre.
¿Te toca el tema? Pues aquí te resumimos 10 signos que demostrarían que con tu polol@ son el uno para el otro (a pesar de todo).
1.- Siempre vuelven, después de pelearse.
Si te pide perdón, es un signo de humildad. Bota tu propio orgullo, el otro hizo lo mismo. A prueba de balas.
2.- Acuerdan cosas.
Por muy diferentes que sean, logran pactar al menos un equilibrio en común. Doble WIN.3.- Mantienen su mundo propio.
Esas cosas que sólo tú y él/ella saben (y que nadie entiende) logra ocultarse del mundo.
4.- Se siguen extrañando en la lejanía.
Ese vacío en el pecho es lo peor (y a la vez lo mejor).
5.- El tiempo aún es relativo.
Conversar y pasarla bien, siempre es un tiempo más corto que en soledad (y cada vez más).
6.- No hay violencia.
Algo casi obvio, pero importante a destacar. Si hay cualquier grado contrario a este punto, simplemente el otro/a no es el indicado.
7.- Tras la atracción, hay una amistad.
Mejor si antes empezaron de amigos. Todo es más fácil si el otro te conoce al revés y al derecho.8.- Fenotipo.
Puede leerse como algo superficial, pero está demostrado en diferentes estudios de la Universidad de Massachusetts –o algo así- que quienes se aman, tienen rasgos parecidos. Observa atentamente.
9.- Siente orgullo por ti.
¿Vez que el otro se siente genial por ti al alcanzar algún logro? Ese antepone lo propio a tu superación. Eso sí que vale la pena.
10.- Reencantan la relación.
Cada día es una excusa para innovar. Es fácil cambiar todos los días de persona, lo difícil es renovarnos todos los días a nosotros mismos.
¿Te sentiste identificado? ¿Sientes que faltó algo? Comenta.
Imagen CC Nicki Varkevisser