Dicen que el Año Nuevo es para pasarlo con los amigos y la Navidad con la familia, y parece que están en lo cierto. Las familias suelen reunirse en esta fecha, juntándose en una de sus casas e incluso viajando cientos de kilómetros para celebrar juntos.
Abuelitos, tíos, primos de tu edad y niños chicos, familiares que no sabes de donde salieron... hay situaciones navideñas que sólo se pueden dar cuando están con todos ellos. ¿Cómo cuáles? Revisa a continuación 24 cosas que pasan cuando celebras Navidad con la familia.
1. Tus hermanos o primos chicos revisan y tocan todos los regalos, están tan impacientes que terminan sabiendo qué le regalarán a todos. Es increíble el poder que tienen estos niños para adivinar regalos, parece que tienen visión de rayos x.
2. Se arma todo el show del Viejito Pascuero. Hacen que todos salgan de la casa porque ya va a llegar, los niños dicen que lo ven en el cielo mientras arman el show adentro. Hay familias que sólo dejan los regalos y otras que hacen todo un espectáculo, dejando caer tierra por la chimenea, huellas de reno o incluso traen un Viejito Pascuero disfrazado. 3. Tu mamá guarda todos los papeles de regalo. Este comportamiento podrá ser todo un misterio para ti: tu mamá hace que no rompas los papeles al abrirlos y después los junta todos y los ordena para guardarlos para un fin desconocido, posiblemente reutilizarlos al año siguiente. 4. Hay más comida que personas. Las fiestas son una época hecha para engordar. Pareciera que están especialmente diseñadas para la gente del hemisferio norte que ahora están en invierno, mientras que a nosotros nos toca engordar como vacas para después irnos a la playa. 5. Los niños chicos cuentan los regalos que les llegan y te miran feo si no les regalas nada. ¡Como si tuviéramos dinero para comprarles Transformers y Monster High a todos los cabros chicos! La mesada no alcanza para eso, ni aunque la estiremos lo más posible. 6. Quieres alguien para besar bajo el muérdago. Si estás soltero o peleado con tu pololo(a) en Navidad, quizás te da un poco de pena la época, con toda la alegría y magia que la compone. O quizás lo único que quieras es encontrar a tu media naranja bajo el arbolito. 7. Las giftcards son el mejor regalo. Bendita sea la tía a la que le da paja ir a comprarte un regalo y te regala una giftcard, mejor aún si es de tu tienda favorita. Y si tienes fama de mañoso en tu familia, nadie se atreverá comprarte algo y las giftcards lloverán. 8. Benditos tickets de cambio. Si no te gustó el regalo, si tu papá tiene pésimo gusto o tu tía regalona cree que sigues teniendo 4 años, los tickets de cambio son una bendición. Que alguien incluya un ticket es sinónimo de decir "te quiero tanto que te dejo cambiar esto si no te gusta". Pero ojo que puede ser engañoso, si tu mamá te regala algo y te ve cambiarlo podría ser el fin del mundo, lo mejor es inventar una excusa creíble: "me queda chico", "me da alergia", "es cancerígeno". 9. Hay una tía religiosa que quieren que vayan a misa o le canten el cumpleaños feliz a Jesús. ¿Por qué? Onda si odia al Viejo Pascuero, los regalos y quiere ir a misa bacán por ella, ¿por qué tendría que obligar a los demás? 10. El almuerzo del día siguiente es lo que sobró de la cena. Tampoco es que sea motivo de queja, pero después de comer tanto en la noche, ¿alguien es capaz de seguir comiendo al día siguiente? ¡Nos sale comida por las orejas! Es que sobró tanto que hasta se desayuna pavo. 11. Haces como si fueras grande y no te interesara la Navidad pero de verdad mueres por abrir tus regalos. Ok, ¿a quién engaño? ¿¡Cuánto falta para las 12!?.
12. Estás obligado a sociabilizar con la familia. Juntarse con mil tíos y primos puede ser una verdadera lata, especialmente cuando nunca los ves y apenas los conoces. Y lo peor es cuándo te dicen "uhhh,¡ que está cambiado!", "¿y tiene pololo(a)?" o "parece que está más pasadito de peso". 13. Siempre hay alguien que aparece con el discurso del consumismo, dando cátedras a todos sobre cómo celebrar las fiestas y educar a los niños. Y no falta quien se enoja y comienzan todos a pelear porque alguien de la familia le compró un Wii a su hijo. Y tú estás ahí como... blah, blah, blah. 14. Hay una tía que les regala a todos lo mismo: a ti la toalla verde, a tu hermano la azul, a tu primo la roja y a tu hermana de 20 años la de Barbie, o cualquier otro regalo terrible. O de verdad esta tía es muy democrática y igualitaria y quiere que todos reciban lo mismo, es muy poco original y no puede pensar en más de un regalo, no le interesa nadie y no se dará la paja de ir a comprar, o fue a comprar regalos al por mayor. 15. Amas al tío o la abuelita que pone diez lucas en tu regalo. ¡Bendito sean! Dentro de esa polera o esa tarjeta que enviaron por correo te encuentras el magnífico billete azul y lo escondes rápidamente para que tus papás no sepan que te dieron plata. Da lo mismo que los papás le digan una y otra vez a tus abuelos que no te malcríen, lo harán igual. Corazones para ellos. 16. Tus tíos no te dejan tomar con ellos y te mandan a estar con los niños. ¿Enserio? ¿No me puedo tomar un pisco sour con ustedes? ¿Por qué me toca tomar leche con chocolate? 17. Ven las mismas películas y especiales navideños una y otra vez, y hay que explicarle a los niños pequeños miles de veces que eso se hace en el hemisferio norte y por eso hay nieve. Mi pequeño angelito, El Grinch, parece que la Navidad no es Navidad hasta que las pasen por televisión. 18. Algún desastre sucede. ¿Qué es una Navidad en familia sin desastres? Alguien llega ultra atrasado, olviden un regalo en casa o se olvidan de comprarlo, se quema la comida, los niños botan el arbolito o encuentran los regalos del Viejito Pascuero escondidos en el clóset, un niño mayor le dice a los chicos que el Viejito no existe... los momentos más emocionantes de la noche. 19. Lo mejor que te puede pasar es que hayan primos de tu edad. ¡Salvación! Unos primos te pueden salvar de una noche muy larga (si están emocionados por los regalos, más largo aún). Pero depende, porque ese primo que vaya puede ser el que odias con toda tu alma y te arruina la vida para siempre. 20. Alguien llega con un chaleco navideño cuando están a punto de morir de calor. ¿Cómo? Se entiende todo ese cuento del espíritu navideño gringo, el chocolate caliente, los chalecos feos y la nieve, pero ¡hola! ¡Estamos en Chile! ¡Están cayendo renos asados del cielo! ¡Te estás derritiendo, por favor sácatelo! 21. Cuando abren los regalos es el mejor momento. Al fin... lo que has esperado toda la noche. Hay que guardar la compostura y no ponerse al nivel de los niños, pero es inevitables no gritar internamente cuando tienes tus regalos en las manos. 22. Los niños están vueltos locos revisando el recorrido del Viejito Pascuero en Internet. Ese mapa fue una bendición para todo niño impaciente y una maldición para el resto del mundo. Es imposible despegar a los niños del computador porque el Viejito en cualquier momento podría tomar un atajo o acelerar (parecen no darse cuenta de que es un reloj). 23. Pareces niño chico usando todo lo que te regalaron. Podrás estar grande ya pero es inevitable emocionarse con los regalos y usarlo todo de inmediato: probarse altiro la ropa, abrir las cajas y gritar. 24. Alguien llega con decoración navideña para disfrazar hasta a los gatos. Gorritos, cintillos de reno, calcetas, monos que cantan... todo.¿Qué otras situaciones has vivido al celebrar Navidad con tu familia?
Imagen CC Caleb Zahnd