En todo curso hay compañeros que se caracterizan por algo, ser el pelusón, el correcto, el mateo, el hincha pelotas, pero también hay uno o una que es bien especial, el que es o va a ser padre. En la mayoría de estos casos es por mala fortuna, no hay alguien que desee ser padre tan joven, pero que lamentablemente le cambia la vida rotundamente de un momento a otro, de partida debe encontrar la forma adecuada de contarle a sus padres, a sus amigos es más fácil y estos lo más probable es que digan, "felicidades" o el típico "Puedo ser el padrino o madrina".
En el caso de los hombres es más sencillo el tema, entre comillas, puesto que el vive otro proceso totalmente distinto al de la futura madre, tendrá un poco más de libertad, pero a su vez puede que tenga otras responsabilidades, claro al estar en el colegio su obligación es terminar su enseñanza media y buscar algún futuro, pero en otros casos, debe compatibilizar los estudios con algún trabajo para sustentar a ese futuro hijo que viene en camino, tal vez truncando los sueños que tenía a futuro.
José era uno más del grupo en el colegio, teníamos un equipo de futbolito y siempre hacíamos los trabajos con él, era muy inteligente y le iba bien en el colegio, lo único malo era que pololeaba y era un tanto macabeo, cuando cursábamos tercero medio llegó un día y reunió al grupo, éramos seis en total y nos dijo ¡cabros voy a ser papá!, nadie emitió una palabra, no sabíamos que decir, hasta que uno de nosotros se acercó a él para abrazarlo y felicitarlo, luego uno por uno.
Los primeros meses todo era felicidad, pero con el transcurrir del embarazo comenzó a cambiar, había necesidades que satisfacer para el futuro del hijo, recuerdo que compraba pañales en oferta, creo que llegó a tener como 30 bolsas de pañales, una de las anécdotas es que se ganó una giftcard en un bingo y con ella pudo comprar una cuna y un coche. Otra “talla” fue que él compró mucha ropa para niño, el quería que fuese futbolista, sin saber que sería, la polola no quiso saber antes el sexo del bebé, resulta que finalmente salió niñita y tuvo que regalar la ropa de varón.
En el caso de las estudiantes que van a ser madres, es un tanto más complicado puesto que debe aceptar en algunos casos ciertas críticas, miradas y a veces algunas ofensas en su contra, además de experimentar un cambio en su cuerpo con el correr de los meses. En el caso que la joven en cuestión sea buena para salir, divertirse y esas cosas, la vida le cambiará puesto que tendrá que estar cien por ciento al cuidado de su hijo, estas noches de carrete se transformarán en noches de cuidado y amamantamiento, dependiendo la situación y cómo lo tome la familia, podrá optar a seguir sus estudios, y pensar en ingresar a una universidad, puede que tener un hijo sea lo más hermoso en la vida, pero esto trae como consecuencias muchas cosas, gastos extras y que no son pocos.
Los que son padres en el colegio, la vida les cambia mucho, son cosas que no están planificadas, vienen o están aún aprendiendo a ser hijos y comienzan a ser padres sin terminar de madurar, son cosas que les puede pasar a cualquiera, pero que también se pueden evitar.