Siempre existe una asignatura que nos persigue durante todo el colegio. Puede ser el enredo con los ejercicios de matemática o los incomprensibles textos para lenguaje. Sin embargo, independiente de cuál sea el ramo que no te deja tranquilo, todos mantienen en común que son un completo dolor de cabeza. Pero no hay que desesperarse, porque aunque esa clase pareciera de un mundo totalmente distinto a nosotros, siempre hay fáciles soluciones para pasarlo con la frente en alto. La primera técnica para pasar ese ramo es estar atento en clases. Aunque odies al profesor o no entiendas mucho, siempre es bueno que intentes dar tu cien por ciento. Pregunta mucho y escribe toda la materia posible. Puede ser que después, a la hora de la prueba, te sea de mucha ayuda lo que anotaste semanas antes.
También, pide ayuda a tus amigos que les vaya bien o a compañeros mateos. Incluso, si es posible, pídeles si te pueden hacer una mini clase para explicarte aunque sea lo básico. Establece un día exacto y recuérdaselo para que no lo olvide. Es muy importante que este “profesor particular” esté comprometido en enseñarte y no se la pase llenándote de distracciones.
Otra cosa es repasar unos veinte minutos todos los días. Por un lado, no te dejará una sensación de que dedicas toda tu vida a ese ramo pero por otro, vas a ver cómo recuerdas lo que pasa el profesor en clase. “Para estudiar tomaba la materia que tenía y escribía conceptos en las paredes de mi pieza. Los que más me costaban los colocaba con letras más grandes y colores llamativos. Al final me despertaba y aprendía la materia aunque no quisiera”, comenta Andrés Rencoret, quien usaba este método para Historia.
Si tu idea es no estudiar por ningún motivo, pídele a tus compañeros resúmenes o consíguete pruebas de alumnos una generación mayor. Por lo menos, eso te servirá para que te crees una idea total de lo que se puede preguntar en la prueba. También, en los trabajos que debas hacer asegúrate de realizarlos junto a tus amigos más responsables. Es una manera fácil de conseguir una buena nota pero sin abusar. O sea, intenta aportar lo máximo posible porque si estás sólo de decoración, es muy probable que te echen del grupo.
Por último, llévate bien con el profe. Por mucho que digan que no tienen favoritos, si él te ve preocupado por el ramo, lo más seguro es que te ayude con un azul. También, busca siempre formas de subir las notas, quizás hacer guías que te suban décimas o trabajos recuperativos, pueden ser la mejor opción.
Aunque encuentres muy difícil una materia, si pones un poco de tu parte y sigues estas simples instrucciones, vas a ver cómo poco a poco es posible subir las notas. Ten ánimo porque calgo de esfuerzo puedes mejorarlo todo.
Y tú, ¿Qué tips tienes para subir las notas?