Son muchas las cosas que puedes hacer, legalmente, una vez que cumples 18. La mayoría de edad pareciera abrir todo un mundo de posibilidades, como la de votar, por ejemplo.
Sin embargo, la ley de Responsabilidad Penal Adolescente establece que un niño es apto para ser inculpado desde los 14 años, distinguiendo dos etapas: de 14 a 16 y de 16 a 18 años. Entonces, si a los 14 ya eres responsable ante la ley, ¿no cabría preguntarse por qué no puedes votar?
En Argentina, por ejemplo, ya entró en vigencia una ley que permite el sufragio a partir de los 16 años y debutó con el 80% de participación en las últimas elecciones. En el país trasandino sufragaron cerca de 480.000 jóvenes de 16 y 17 años, de un total de 600.000.
¿Podría ocurrir lo mismo en Chile? Sería una interesante discusión ahora que se vienen las elecciones presidenciales. El año pasado, en los comicios que escogieron a nuestros actuales alcaldes, la abstención general bordeó el 60%.
Generalmente, la sociedad no toma en cuenta las decisiones los jóvenes, o les da un estatus menor. La madurez o no de alguien es un asunto de larga discusión. Ser adulto biológicamente no necesariamente es sinónimos de madurez. Por ejemplo, un reciente estudio determinó que el cerebro madura recién a los 25 años. Pero esto no significa que antes las personas no sean capaces de tomas decisiones informadas y racionales.
Por otro lado, en nuestro país ampliar el rango para poder votar no es una opción que se vislumbre aún. El debate que sí se ha dado es la legitimidad del voto en el sistema actual. Recientemente, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) lanzó su campaña “Yo no voto por este sistema”, replicando la anterior “Yo no presto el voto” a raíz de las elecciones municipales.
El espíritu tras estas iniciativas es entender que las elecciones y los cargos políticos no constituyen el único camino para generar cambios y hacer política. U
Según explica la ex vocera de la Aces, Eloísa González: “Hay dos formas de abordar la política: la política institucional y la política que hacemos nosotros, que es una política popular, mucho más arraigada a los espacios de convergencia de la sociedad chilena. Son espacios que, si no fuera por los distintos movimientos que han surgido, no existirían, porque no hay interés de la política institucional de generarlos”.
Por eso, si bien en Chile se está lejos de promulgar una ley como la argentina, no es necesario que esperes a cumplir 18 para participar políticamente. Porque “participar es más que votar”, tal como bautizaron a una campaña, también en el país vecino.
¿Crees que debería ser posible votar a partir de los 16?