Ese odiado y gigante librote que se pasea entre la sala de clases y la sala de profesores, de seguro nos ha hecho pasar más de un mal rato. Esa amenaza constante de los profes, los hace poseedores de un poder único, que sólo ellos pueden controlar.
Las típicas anotaciones negativas que nos ponen los profesores son por faltarles el respeto o hablar mucho en clases. Es cierto que a veces nos aburrimos, y dan ganas de hacer una que otra maldad, lo que hace que nos llegue una anotación que rellene nuestra página del año.
Debo reconocer que yo en mis años de colegio tenía una colección de anotaciones no menores. De las que más me acuerdo son por cantar en clases, por no llevar las tareas, por llegar tarde a la sala después del recreo o por quedarme dormida mientras el profe pasaba materia. A veces era innevitable ponerse a hacer otras cosas, ya que el aburrimiento me sobrepasaba más de la cuenta.
Hay colegios en que las anotaciones del libro de clases son acumulativas, y por tener más de cinco, llaman a los papás o te suspenden por un día completo. En mi caso no recuerdo que haya sido tan terrible tener anotaciones. De hecho, hubo un año en que tuve más de una hoja llena, y nunca pasó nada grave, sólo que cada vez que pasaban la lista, los profes me llamaban la atención.
Obviamente todo está en lo cuático que sea cada colegio con las cosas que hagamos los alumnos. Hay veces en que hacerse la cimarra sólo queda registrado en el libro de clases, pero en otros casos pueden inclurso suspenderte o hasta dejarte condicional por un año completo.
¿Qué experiencia tienes tú con el libro de clase y las anotaciones? Cuéntanos tus anécdotas y las de tus compañeros, ¿por qué razón te han anotado?
Anotaciones en el libro de clases: la pesadilla de todos
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Secundarios